La Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar (ADP) es el centro superior de formación profesional e investigación del Ministerio de Relaciones Exteriores. Es la vía de acceso a la carrera diplomática. Es responsable de la formación integral de los aspirantes al Servicio Diplomático, así como del continuo perfeccionamiento de sus funcionarios. Mediante Decreto Supremo, el No. 326, de 18 de agosto de 1955, con firma del Canciller, Doctor David Aguilar Cornejo, se creó la Academia Diplomática del Perú y se aprobó su primer Reglamento.
En abril de 1956, la Academia empezó a funcionar, bajo la conducción de su primer Director, el eminente diplomático, jurista, catedrático, tratadista, ex-Ministro de Relaciones Exteriores y ex-Senador, Embajador Alberto Ulloa Sotomayor. (1892-1975).
Entre los propulsores de la ADP, debe mencionarse al Embajador Pedro Ugarteche Tizón (1902-1971), quien dentro de la Cancillería y en numerosas publicaciones, desde fines de la década de 1930 abogó por la pronta fundación de la Academia Diplomática del Perú. El doctor Ugarteche fue Director de la Academia en la segunda mitad de la década de 1960.
La Academia ha tenido hasta el momento 34 directores. El actual titular es el Embajador Julio Garro Gálvez, quien asumió funciones el 1 de setiembre del 2023.
Hasta fines de 2020, se contabilizaron más de 1081 egresados de la ADP. Al concluir el Siglo 20, todos los Embajadores de carrera en el Perú, en situación de actividad, eran egresados de la ADP.
Por disposición gubernamental de mayo 2011, la institución adoptó el nombre de “Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar”, como reconocimiento a ese ilustre Embajador peruano, dos veces Secretario General de las Naciones Unidas, ex-Presidente del Consejo de Ministros, ex-Canciller de la República, entre otros altos cargos por él ejercidos en el Perú y en el exterior.
El inmueble que ocupa la ADP “Casa Embajador Igor Velázquez Rodríguez”, como gesto de gratitud a ese distinguido diplomático peruano (1933-2005), que altruistamente en vida donara la propiedad para uso de la institución.
Otro benefactor ha sido el Embajador Gonzalo N. de Arámburu y Rosas (1899-1980), quien dispuso en su testamento que al fallecer parte de sus bienes fuesen asignados a la institución, para el mejor cumplimiento de sus fines. Ello permitió que en 1984 el Gobierno peruano constituyera la Fundación Academia Diplomática del Perú.
Para postular a la ADP se requiere ser peruano(a) por nacimiento; no mayor de 30 años de edad al 31 de marzo del año de postulación; haber concluido una carrera reconocida por el sistema universitario; carecer de antecedentes penales y policiales. Asimismo, es necesario contar con ciertas habilidades como el tener una amplia vocación de servicio al país, capacidad de análisis crítico, poder adaptarse a diferentes situaciones y culturas, ser conciliador, negociador, entre otros aspectos que se requieren para cumplir con el perfil del diplomático. Se ingresa a la ADP pasando las 7 pruebas del concurso público de admisión, que se realiza anualmente, y alcanzando una de las vacantes que fija el Ministerio de Relaciones Exteriores. El ingreso se realiza en estricto orden de mérito.
Al concluir satisfactoriamente los dos años de estudios de posgrado, previa sustentación de tesis, los egresados de la ADP obtienen el postgrado de “Maestro en Diplomacia y Relaciones Internacionales”, reconocido por el sistema universitario, así como el título profesional de “Diplomático(a) de Carrera”. Luego, son inscritos en el Escalafón del Servicio Diplomático, con la categoría de Tercer(a) Secretario(a).
La ADP dispone de un calificado cuerpo docente, con una malla curricular que cubre materias tales como Derecho Internacional, Economía, Relaciones Internacionales, Política Exterior, Ciencia Política, Historia Diplomática, Defensa Nacional, Diplomacia Digital, Gestión Consular, Gestión Pública, Idiomas, entre otros. Los programas de estudios comprenden además aspectos concernientes a la promoción comercial, turística y cultural; atracción de inversiones, cooperación internacional para el desarrollo, entre otros.
En adición a lo anterior, los alumnos participan en seminarios y conferencias sobre el quehacer diplomático que ofrecen regularmente reconocidos especialistas peruanos y extranjeros. Algunos de los cursos y exposiciones son en inglés.
Para complementar los planes de enseñanza, anualmente los alumnos realizan viajes de estudio a diversas regiones del país, a fin de tomar contacto directo, sobre el terreno, con la realidad nacional.
Asimismo, la Cancillería brinda la oportunidad a los alumnos de participar en eventos internacionales de relevancia.
En enero y febrero de cada año, los alumnos nacionales que han completado el primer año de la Maestría, realizan prácticas profesionales en las diferentes oficinas de la Cancillería.
Los jóvenes que ingresan a la maestría que ofrece la Academia Diplomática acceden a una beca en la cual los estudios de posgrado son subvencionados por el Estado. Adicionalmente, reciben un estipendio mensual, uniforme, seguro médico y almuerzos en días de clase.
Tras dos años de haber ingresado al Servicio Diplomático, los jóvenes funcionarios son nombrados a prestar servicios en las misiones del Perú en el exterior.
En la ADP se imparte, además, cursos de perfeccionamiento a funcionarios del Servicio Diplomático del Perú, que son obligatorios dentro del plan de carrera y se tienen en cuenta en el proceso de promociones. Considerando que buena parte de esos funcionarios se hallan desempeñando cargos en el exterior, tales cursos se dictan por la vía electrónica, a través de la plataforma virtual de la Academia, en coordinación con la Oficina General de Recursos Humanos de la Cancillería.
Adicionalmente, la ADP recibe alumnos de distintos países quienes realizan estudios de un año o dos años en la Maestría junto con los aspirantes al servicio diplomático, lo que permite a los estudiantes intercambiar experiencias con futuros colegas de otros países.