El 75º aniversario de las Naciones Unidas, en 2020, coincidió con un momento de gran conmoción y riesgo en todo el mundo.
Para que podamos recuperarnos tras la COVID-19 y cumplir las promesas que les hicimos a las generaciones futuras —lograr que todas las personas puedan prosperar en paz, dignidad e igualdad en un planeta sano—, 2021 ha de ser el año en que cambiemos el rumbo de las cosas.
Necesitamos un sistema multilateral inclusivo, con redes y eficaz. Los Estados Miembros han definido Doce esferas de acción que solo pueden abordarse mediante un multilateralismo revitalizado.
Para conseguirlo debemos pensar a lo grande. Tenemos que redefinir los cimientos y reafirmar los valores fundamentales por los que se rige la acción colectiva.
El Secretario General, por mandato de la Asamblea General, ha presentado en septiembre sus recomendaciones para avanzar en nuestra agenda común. Su informe es un paso adelante hacia un sistema multilateral que pueda afrontar mejor los desafíos actuales y futuros